Fotografía: Óscar Pérez
Hacer paisajismo es, entre otras cuestiones, trabajar con las emociones y, por ello, debemos saber que para diseñar buenos jardines necesitamos imaginar y vivir por adelantado esos espacios.
Existen sensaciones cotidianas
que en pequeñas dosis nos proporcionan bienestar, como el olor a café por las
mañanas, el sonido del canto de las aves al salir el sol, una brisa de verano
perfumada de jazmín… La capacidad de análisis de todo aquello que nos agrada
nos proporcionará interesantes recursos para poder hacer de cada espacio verde
una estancia donde disfrutar plenamente de todas estas emociones.
Es importante preguntarnos en el
punto de partida de nuestro diseño ¿qué quiero que sea mi nuevo jardín?, ¿qué
expectativas me pide crear? y, sobre todo, ¿quién o quiénes disfrutarán de este
espacio?.
Es curioso, ¿no?, aún no he
hablado de plantas, ¿cómo puede ser que un paisajista no comience sus diseños
pensando en éstas?. Pues así debe ser; si basamos nuestros primeros esbozos en un
listado de especies vegetales que queremos encajar, sin más, no estaremos
haciendo paisajismo y nos estaremos perdiendo la parte más sugerente y emotiva
del proceso creativo. Dejemos entonces la selección de especies a un lado, ya
vendrán…una vez que los conceptos estén claros el listado saldrá sin problema.
Las emociones, esa es la clave.
La vivencia del espacio, el despertar de los sentidos.
A priori puede resultar muy
sugerente esta conclusión pero muy ambigua a la vez. Si alguien nos pide que le
enseñemos las claves del diseño de jardines y le contestamos que todo reside en
las emociones … parece que no nos estamos tomando muchas molestias en enseñarle,
¿no?. Pues todo contrario; le estaremos dando la llave para abrir la puerta a
la creatividad. El problema es que la creatividad hay que trabajarla y no
existe un manual de pasos a seguir para cada diseño. Cada caso es un mundo de
condicionantes, preferencias y necesidades que debemos descifrar, interpretar y
acometer.
Es por ello que también la
técnica será fundamental, pues en este punto del descifrado y acometida, si no
conocemos las especies, sus necesidades, la climatología del lugar, las
proyecciones de sombra, las necesidades de riego y otras muchas cuestiones más,
no podremos obtener resultados que concilien las emociones con la coherencia
técnica y el buen hacer. Está claro entonces que las emociones, por sí solas,
no son suficientes y deben ir de la mano del conocimiento técnico.
Como ejemplo gráfico de todo lo
anterior, os dejo uno de los diseños que estamos trabajando actualmente en el
estudio. Muy pequeño, muy sencillo, pero lleno de intencionalidad y sugerente
teatralidad. Se trata de un pequeño patio que da luces a una sala de juegos y
reuniones de un sótano. Es un patio al Norte, de sombra, pero en una localidad
de altísimas temperaturas en verano, como es Badajoz. De entre las infinitas
opciones de diseño, se ha optado por crear un pequeño “oasis” en verano para las aves.
El concepto es muy sencillo; en una localidad donde los veranos están acompañados de temperaturas de más de 42 oC, si introducimos un gran recipiente con agua a la sombra, los pequeños pájaros de la zona acabarán encontrando un lugar donde beber sin problema. De esta manera, será maravilloso poder contemplar desde el interior de la vivienda a las pequeñas aves posadas en el borde de la pila mientras sacian su sed. A partir de este concepto, sobran los excesos de plantas y el diseño pide más bien soluciones minimalistas que cedan el protagonismo a los pequeños visitantes. De ahí que en este patio solamente encontremos un pequeño y vaporoso Acer palmatum, una pincelada de Soleirolia soleirolii en una jardinera lineal de acero corten, un par de grandes rocas y una pila de agua de granito abujardado; todo ello sobre un lecho de gravilla gris de granito Negro Villar.
El concepto, en este caso, ha
sido crear un espacio lleno de vida con muy pocos elementos, evocando una
estampa muy cotidiana en la calle o en el campo, como es la de los pájaros bebiendo
y llegar a esta propuesta no fue más que trabajar con las emociones.
AGRADECIMIENTO:
Siempre utilizo fotografías
propias en mis artículos, pero en esta ocasión me pareció sugerente la imagen
de un pequeño pájaro como presentación y requería de técnica más profesional.
Por este motivo, acudí a mi amigo Óscar Pérez que, gentilmente y de forma
desinteresada, ha colaborado con la bonita imagen de la portada.
Si os gusta la buena fotografía
de autor no dejéis de visitar su perfil y dentro de éste el apartado de
colecciones, donde vais a poder
encontrar preciosas imágenes.
¡Muchas gracias Óscar!
¿Te apetece ver uno de mis jardines en YouTube?. Te cuento las 7 CLAVES que me llevaron a diseñar este JARDÍN MEDITERRÁNEO con PISCINA:
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