Seguro que muchas veces has visto imágenes de preciosos planos de jardinería y has querido saber cómo hacerlos. A través de este tutorial vamos a ver, paso a paso y a través de un sencillo ejemplo, cómo combinar dos técnicas, la artística y la informática, para conseguir resultados espectaculares y muy profesionales.
Hoy en día contamos con avanzados programas informáticos para el diseño que nos facilitan mucho el trabajo y con los que conseguimos una gran precisión, pero es indudable que las técnicas más tradicionales del dibujo a mano son incomparables por su sensibilidad y calidez. Entonces, ¿por qué no utilizar ambas técnicas en una perfecta fusión para conseguir ofrecer un resultado preciso y armonioso a la vez?.
Vayamos paso por paso:
1.- Partimos de un plano en papel, en este caso he utilizado un formato A3
y la escala 1:75:
Podemos hacerlo con cualquier formato y escala, incluso sin escala, pero cuanto más preciso seamos mejor resultado obtendremos. Recordad que sobre un plano a escala siempre vamos a poder medir y eso es muy importante, sobre todo si pretendemos realizar los planos para un uso profesional.
Primero vamos a pegar el plano en una ventana para poder calcar a lápiz las
partes que nos interesan. Un consejo útil es utilizar cinta de carrocero (la
que utilizan los pintores), pues se despega después con mucha facilidad,
tanto del vidrio como del papel.
Una vez fijado el plano en el vidrio volvemos a pegar una segunda hoja, que
será sobre la que dibujaremos. Como vamos a utilizar rotuladores
acuarelables, debemos trabajar con un papel de alto gramaje y acabado liso,
especial para acuarela. En este caso, el papel era de 250 g/m².
Procedemos a calcar, pero solamente lo haremos de las partes que nos
interesen, como perímetros de jardineras, ejes de árboles o perímetros de
áreas ajardinadas. Como vamos a fusionar el plano de arquitectura con los
dibujos, no necesitamos calcar nada relacionado con la construcción, pues ya
está delineado y aparecerá en el resultado final.
2.- Comenzamos con el dibujo a mano del primer árbol:
Primero trazaremos la circunferencia que delimitará el diámetro del árbol y
para ello nos ayudaremos de una plantilla de círculos. Debemos tener en
cuenta que cada especie de árbol tendrá un diámetro diferente cuando sea
adulto. Este dato es muy importante y hay que tenerlo en cuenta para evitar
futuras interferencias entre la jardinería proyectada y los elementos
arquitectónicos del entorno. Si quieres profundizar un poco más en este
concepto, te sugiero leer este otro artículo sobre diámetros y espacio en planta.
Una vez delimitada la circunferencia, procedemos a dibujar a lápiz el
interior del árbol. Existen multitud de posibles representaciones y
tendremos que buscar la más acorde con la especie que estemos representando.
Es importante utilizar una mina media o dura, para que no marque mucho, ya
que después todo quedará terminado con rotuladores. Podemos utilizar una HB,
que es la más habitual en estos casos.
Es el momento de comenzar con los rotuladores. En este caso, rotuladores
acuarelables, que nos darán ese efecto de acuarela tan atractivo pero con
una mayor facilidad de trabajo.
Antes de colorear pensaremos cual es el recorrido del sol en este plano;
importante dato a tener en cuenta en el diseño de jardines. Quizá podría
interesarte leer este otro artículo sobre el estudio de la sombra en los diseños.
La orientación S o SO será la que representaremos más iluminada y sobre la
opuesta (N o NE) trazaremos las sombras. OJO, ACLARACIÓN: este concepto de
orientaciones es válido para todos aquellos que viváis en el
Hemisferio Norte, por ejemplo, España. Si estáis en el
Hemisferio Sur, por ejemplo en Argentina, interpretaríamos la
información al revés, siendo el Norte la orientación más soleada y el Sur la
de proyección de sombras.
De esta manera comenzaremos a colorear con un tono muy claro la mitad más
cercana a la parte de la sombra, dejando secar un poco antes de volver a
retocar con una tonalidad un poco más oscura hacia la parte menos
soleada.
De momento dejamos en blanco la parte más iluminada que, incluso a veces,
se deja sin colorear en el proceso final.
Aunque debemos dejar secar un poco con cada aplicación de color, para
evitar fusiones cromáticas incontroladas, tampoco debemos esperar más de
unos segundos, pues vamos a proceder enseguida al aclarado con agua y para
ello no deben estar excesivamente fijados los colores. Esto ya nos lo da la
práctica.
3.- Juego de luces y sombras:
Ahora es cuando vamos a comprobar la utilidad de los rotuladores acuarelables. Necesitamos tener a mano un vaso con agua y un pincel de acuarelas de trazo medio-fino. Mojamos el pincel, lo apoyamos previamente contra un trapo o papel auxiliar, para eliminar el exceso de agua y procedemos a la fusión de colores. Comenzamos en este caso dando las pinceladas desde la parte más oscura hacia la más clara, consiguiendo una bonita transición de tonalidades.
Algo importante a tener en cuenta es que no hace falta rellenar todo el
espacio con los trazos de rotulador, ya que después diluimos y extendemos
con agua. Incluso, queda mucho más bonito cuando damos toques de color por
zonas, dejando algunas sin cubrir, para que al diluir se generen diferentes
intensidades.
Ahora vamos a pronunciar aún más los contrastes resaltando luces y sombras.
Al lado más iluminado le aplicaremos algún trazo amarillo, representando la
incidencia del sol sobre las hojas. Sin embargo, del lado sombreado,
aplicaremos un gris o negro en forma de media luna muy sutil que simulará la
proyección de la sombra sobre el suelo. En este momento, empezaremos a tener
la sensación de que el dibujo se sale del papel como cobrando vida; es la
magia del efecto de las luces y las sombras sobre los objetos.
Por supuesto, como en pasos anteriores, cada aplicación de trazos de color
va seguida del diluido con la ayuda del pincel humedecido.
¿Te apetece ver uno de mis jardines en YouTube?. Te cuento las 7 CLAVES que me llevaron a diseñar este JARDÍN MEDITERRÁNEO con PISCINA:
4.- Remates con tinta en trazo fino:
Ya estamos terminando el árbol, solamente nos queda potenciar la
expresividad del dibujo y, para ello, vamos a utilizar ahora un rotulador de
punta fina. En este caso no se trata de un rotulador acuarelable, pues no
pretendemos diluir el trazo, sino todo lo contrario. En el mercado existen
rotuladores con diferentes grosores de trazado, algunos de ellos muy
finos.
Marcamos el dibujo interior de las ramas que habíamos trazado previamente a
lápiz y, posteriormente y con la ayuda nuevamente de la plantilla, acotamos
el perímetro. Queda muy sugerente la terminación con dos o tres
circunferencias excéntricas, dando una apariencia de trazo espontáneo y a la
vez muy técnico.
5.- Utilizando la misma técnica, dibujamos el resto de elementos del
jardín:
Hasta aquí todo el proceso de dibujo a mano. Ahora toca utilizar las nuevas
tecnologías...
6.- Introducir las dos imágenes a fusionar en Photoshop:
Para pasar a Photoshop el plano en planta de la vivienda, realizaremos
desde el programa con el que hayamos delineado un guardado en formato .jpg.
También podemos transformar un plano que esté en .pdf y pasarlo a
.jpg.
Para introducir en el programa el dibujo que hemos realizado, lo
aconsejable será recurrir a un escáner, que nos dará una muy buena
resolución. Si no se dispone de escáner, se puede intentar conseguir una
buena fotografía.
6.- Primera superposición de imágenes:
Arrastramos una imagen dentro de la otra dejando por debajo la del jardín y
por encima el plano de la vivienda. Para ello, será necesario darle un buen
grado de transparencia al plano de la vivienda y así poder ver por debajo la
jardinería.
Ambas imágenes se verán más claras de lo normal debido al grado de
transparencia y superposición de capas.
Una vez colocados en superposición, podemos mover la jardinería e, incluso,
retocar el factor de escala, hasta conseguir que la colocación de ambos sea
precisa.
7.- Cambio de orden:
Procedemos a invertir el orden de las capas, es decir, a colocar la capa de
jardinería sobre la planta de vivienda. Al hacerlo,
momentáneamente desaparecerá el plano de arquitectura al taparse con
los espacios blancos del dibujo a mano. En este momento, pincharemos con el
botón derecho sobre la capa del dibujo del jardín y seleccionaremos el
comando "opciones de fisión".
Desplazamos la barra de fusión eliminando los blancos de la capa e
inmediatamente comenzará a aparecer la planta de arquitectura que está por
debajo. Debemos conseguir un equilibrio, procurando que desaparezcan por
completo los blancos, dejando ver el plano de debajo en su totalidad, pero
sin pasarnos, para que no perdamos ningún matiz de la jardinería dibujada a
mano.
8.- Resultado final:
Ya solo nos queda guardar la imagen como archivo .jpg o .pdf, según nos
interese y habremos conseguido el plano final.
¿Te animas a intentarlo con tu próximo diseño?. Espero que te haya servido
este tutorial y que, si te ha parecido interesante, me ayudes a difundirlo
compartiendo el post.
De igual manera serán bien recibidas las participaciones...cuéntame tu
experiencia, aporta ideas para que entre todos aprendamos nuevos trucos o
pregunta alguna duda.
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puedan conocerla y, de paso, me ayudas a difundir mi trabajo. ¡¡¡Muchas
gracias!!!
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Mi nombre es Ángel Méndez, arquitecto y paisajista apasionado de la creación de espacios con magia. Te invito a seguir este blog y a echar un vistazo a la web del estudio, donde podrás encontrar algunos de mis trabajos.
Mi nombre es Ángel Méndez, arquitecto y paisajista apasionado de la creación de espacios con magia. Te invito a seguir este blog y a echar un vistazo a la web del estudio, donde podrás encontrar algunos de mis trabajos.
Hola, desde Argentina te saludo, estoy estudiando y tengo que hacer un croquis, espero que me salga tan hermoso como los tuyos, saludos y gracias
ResponderEliminar¡Muchas gracias por tu comentario!, seguro que te sale genial. ¡Mucha suerte!
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