Tanto en la arquitectura como en el paisaje, el primer dato a considerar en
un nuevo proyecto es el de la incidencia del sol. La situación geográfica
del lugar condicionará las decisiones y estrategias de diseño, que de igual
manera, irán de la mano de la climatología de la zona.
No utilizamos las mismas variedades de plantas en todas las orientaciones,
de igual manera que no todas las especies tienen las mismas necesidades de
exposición. Una planta ubicada en mitad de una explanada va a estar expuesta
siempre al baño del sol, si bien recibirá una radiación suave por la mañana
en la cara Este, mucho más intensa al Sur y Oeste a medida que avance el día
y nula en la cara Norte; importante apuntar que esto sucede así en el
Hemisferio Norte, siendo la cara soleada la Norte en el Hemisferio
Sur.
Este concepto, llevado a un diseño de jardinería en el perímetro de una
vivienda, dará como resultado soluciones que se adapten a las proyecciones
de sombras cambiantes a lo largo del día, según incida el sol sobre las
fachadas y proyecte así sus sombras. Quien dice una vivienda dice un muro,
un árbol que proyecta sombra sobre otros o unos grandes arbustos que ocultan
parte del sol a otras pequeñas plantas. El análisis debe ser global y en el
tiempo, pues no dará la misma sombra un árbol recién plantado que a los
cinco años de desarrollo.
El ejemplo más ilustrativo del concepto de la exposición solar lo
encontramos en el mismo tronco de los árboles. El hecho de que a diario
reciban la radiación solar en un recorrido E-O hace que la cara Norte pueda
presentar musgo u otras pequeñas plantas colonizadoras de desarrollo en
sombra. La naturaleza es sabia, no necesita como nosotros de planificación,
las cosas suceden por sus órdenes naturales, regidos por leyes de relaciones
y armonía. Por tanto, la atenta observación del medio nos va a dar siempre
pistas y nos mostrará parte del camino en el proceso creativo.
El musgo de la cara Norte de los árboles también ha sido utilizado desde siempre como brújula natural para orientación en el campo, si bien, debemos tener en cuenta que las propias sombras de árboles cercanos o montes pueden desvirtuar estas señales, produciendo giros de las superficies verdegueantes de unos troncos a otros.
El musgo de la cara Norte de los árboles también ha sido utilizado desde siempre como brújula natural para orientación en el campo, si bien, debemos tener en cuenta que las propias sombras de árboles cercanos o montes pueden desvirtuar estas señales, produciendo giros de las superficies verdegueantes de unos troncos a otros.
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Mi nombre es Ángel Méndez, arquitecto y paisajista apasionado de la
creación de espacios con magia. Te invito a seguir este blog y a
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mis trabajos.
Hola otra vez Ángel, si me permites un comentario, en muchos viveros me han dicho que si uno compra un árbol o palmera relativamente grande, es importante marcar el norte de donde ha estado "viviendo" a fin de colocarlo en la misma orientación una vez lo pongas en tu jardin. ¿Crees que tiene sentido?
ResponderEliminarHola de nuevo Pablo. Es cierto que cuando hablamos de grandes ejemplares debiera ser aconsejable respetar la orientación. El trasplante siempre va a generar estrés y cambiar de orientación a un árbol con muchos años de desarrollo no deja de ser una imposición de adaptación añadida. Un saludo.
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