Drenaje visto con bolo blanco recorativo. Diseño de Ángel Méndez
A menudo encontramos en los jardines soluciones constructivas que no son
acertadas, pues se derivan de otro tipo de obras y no están adaptadas al
uso específico. Éste es el caso de los imbornales, muy funcionales y
eficientes en las calzadas, acerados o zonas pavimentadas, pero poco
efectivos en las áreas terrosas.
Unas rejillas colocadas a nivel del terreno natural van a comenzar a
obstruirse desde el primer día de su puesta en funcionamiento, pues el
agua de lluvia arrastrará hacia ellas el material, ya sea tierra, arena o
cualquier otro tipo de árido. A su vez, las propias semillas de los
árboles y arbustos del jardín, acabarán germinando en el fondo del
arenero, de no ser por una continua limpieza de éste; que no suele ser el
caso.
Imbornales convertidos en semilleros de las palmeras cercanas
Es por ello que para recoger aguas en los jardines van a funcionar mucho
mejor los sistemas de drenajes, ya sean ocultos o vistos. Será preciso
saber qué sistema utilizar en cada caso y aplicarlo correctamente, pues
muy a menudo se ejecutan drenajes que no funcionan.
Un tubo de drenaje deberá estar siempre protegido por un fieltro
geotextil para que, de esta manera, ni se acaben obstruyendo los poros de
la conducción ni la sección de la misma. Sobre ese geotextil de protección
deberá existir en mayor o menor medida, según los casos, una capa de bolo
o gravilla que facilite el desplazamiento de las aguas por gravedad hacia
la conducción. Pero además, si sobre la gravilla volvemos a tener tierras
(el caso de los drenajes ocultos), será necesario colocar otro fieltro que
impida que con el paso del tiempo se mezclen los materiales y el drenaje
deje de realizar su función. Lo más importante y que no siempre se
realiza, es la canaleta de hormigón bajo el tubo. El tubo de drenaje no es
realmente el que conduce las aguas, ya que se trata de una pieza llena de
pequeños taladros cuya función es facilitar la entrada de las aguas a un
espacio libre de áridos. Una vez que el agua penetra a través de él, será
la canaleta de hormigón la que consiga la escorrentía de aguas, pues de no
existir ésta, parte de dichas aguas volverían a salir por los agujeros de
la parte baja del tubo para filtrarse en el terreno.
Canaleta previa al tubo de drenaje con pendiente para la evacuación de aguas
Tubo de drenaje forrado con fieltro geotextil y cubierto de grava
El pozo drenante es un estupendo recurso que debería utilizarse más; raro
es el césped en el que no preveo al menos uno para evitar zonas con
encharcamientos. También lo utilizo mucho para recoger aguas en las partes
más bajas de los jardines de extensa superficie. El pozo drenante no es
más que un volumen bajo tierra compuesto de bolo o gravilla que permite
restar tensión hídrica al terreno. Puede tener un tubo de salida con
conexión al saneamiento o simplemente ser una pieza independiente que
actúa como esponja absorbedora de humedad en momentos puntuales. Al igual
que sucede con los tubos de drenaje, éste volumen de bolo debe estar
protegido por un fieltro geotextil por su perímetro y en la parte
superior, impidiendo así que se vayan filtrando poco a poco tierras dentro
de él que puedan acabar impidiendo las necesarias filtraciones.
Pozo drenante utilizado a su vez como conexión de evacuaciones de otras partes del jardín
Detalle de pozo drenante en césped
En el caso de drenajes vistos, lo habitual será que la última capa de
árido visto sea decorativo, dejando en profundidad el bolo o la gravilla
menos vistosa. Entre ambos materiales puede ser interesante en esta
ocasión colocar el geotextil protector, facilitando así la retirada del
bolo decorativo para su futura sustitución y evitando de esta manera que
acaben mezclándose ambos áridos.
Son sistemas muy sencillos pero que han funcionado desde siempre.
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Mi nombre es Ángel Méndez, arquitecto y paisajista apasionado de la
creación de espacios con magia. Te invito a seguir este blog y a echar
un vistazo a la web del estudio, donde podrás encontrar algunos de mis
trabajos. ¿Necesitas un proyecto para tu jardín o vivienda?,
¿hablamos?.
gracias!!!
ResponderEliminar¡Un saludo!
ResponderEliminarExcelente aportación, justo un tubo de PVC se tapo por las raices de una palma que pusieran en la entrada, las raices se extendieron hasta el final del tubo llenandolo de fibras, y eso que eran cerca de 15 m.
ResponderEliminarSí, hay que tener mucho cuidado a la hora de configurar las instalaciones y elegir las especies en los jardines, pues casos como el que comentas son muy habituales. Muchas gracias Pablo por tu aportación y comentario sobre el artículo. Saludos!
EliminarHola ángel, muy interesante, mi finca tiene muchos problemas con el estancamiento de agua, la parte que no entiendo es la de la canaleta de hormigón. Tiene que ir por ambos lados del jardín ? Es una canaleta “abierta”por un lado o es cerrada? Muchas Gracias por tu ayuda.
ResponderEliminarHola, fíjate en la cuarta fotografía, esa es la canaleta. La canaleta va por debajo del tubo ranurado y el funcionamiento es el siguiente: el tubo recibe las aguas por las ranuras y una vez que entra en se va hacia abajo, saliendo nuevamente por las ranuras de abajo y por donde discurre realmente es por la canaleta de hormigón. Por eso, la canaleta debe estar lo más lisa posible y con pendiente, porque es por donde se desplaza el agua. Realmente el tubo tiene la función de dejar entrar las agua evitando que la canaleta esté en contacto directamente con las tierras, para que así el agua discurra con facilidad. Espero haberte aclarado las dudas. Un saludo!
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